- Vídeo instalación
- Dimensiones variables
Cuatro proyecciones encadenadas sobre el suelo recrean en bucle este fenómeno meteorológico. El suelo es de color blanco, para que sirva de pantalla de proyección, y se necesita una altura de techo de 5 metros para que los proyectores puedan abarcar ese espacio. Los 4 reproductores DVD deben estar sincronizados y pueden ser sustituidos por discos duros con ejecutable de vídeo o CPU. Se necesita, también, cuatro altavoces autoamplificados o un amplificador y cuatro altavoces (el sonido es importante en el resultado final). Las paredes que delimiten el espacio serán blancas.
Al darse en el interior de un espacio y sobre los espectadores hablamos de una lluvia que se convierte en tormenta en el interior de la cabeza de estos y consigue que se empapen y mojen, al menos, conceptualmente.
Como apunta Mariano Navarro en su texto del catálogo: “Lluvia interior, reúne dos elementos meteorológicos que los artistas han representado “naturalmente”, las nubes y la lluvia. Esta primera incursión de Ampudia en lo que podríamos denominar el paisaje, mantiene una ironía sobre la imagen romántica de la naturaleza […] de la figura exaltada del artista. Ver pasar las nubes genera metáforas de la melancolía, del paso del tiempo… La realidad dice, sin embargo, que son un conjunto visible de gotitas de agua o de partículas de hielo diminutas que están en suspensión en la atmósfera y que cuando esas gotitas chocan entre sí dentro de las nubes se forman gotas más grandes y pesadas que caen como lluvia”