- Construcción en madera
- Proyecto específico para el MUBAM
- 220 x 100 x 80
Estamos en la sala VIII del Museo de Bellas Artes de Murcia, sala dedicada a las Alegorías, pintura decorativa y paisaje. No podría ser un lugar más idóneo: la sensibilidad burguesa decimonónica gustaba de adornar sus hogares con cuadros decorativos en un estilo modernista que causaba sensación en París y que se puso rápidamente de moda en toda Europa. Este afán decorativo, el simple motivo de tener cuadros en casa como un status de la nueva sociedad burguesa, cobra aquí una segunda dimensión y otro significado bajo la dirección de Ampudia. Estos cuadros adosados a la barraca se vuelven anónimos en su autoría, dado que ya no les acompaña la cartela que los identifica y no sabemos cuál es de quién, salvo alguno con firma legible. Paisajes, retratos, bodegones, floreros, efebos y escenas costumbristas se mezclan unos con otros en alegre apiñamiento temporal, forrando la casita típica murciana, otra alegoría, una más de las provocadas por el artista en su despliegue por el MUBAM. Y en ningún momento se pierde el respeto por lo expuesto habitualmente en esta sala VIII del museo, este “forrar la barraca de cuadros” no degrada a las obras trasladadas temporalmente, ni en su calidad, autoría, ni modo de exposición. Las cartelas y clavos, los espacios vacíos de los cuadros en la pared, iluminados como si estuvieran en su lugar, conforman una pieza en sí que acompaña a la barraca.