- Site-specific para el Tempietto de San Pietro in Montorio.
- 15 esculturas de gomaespuma y tela de 1,5 x 1 x 0,25cm.
Eugenio Ampudia convierte el Templete de Bramante en un chill-out o lugar de descanso para los turistas con unos pufs con forma de llamas para que los visitantes puedan descansar bajo el inquietante sonido del crepitar de las llamas. Los asientos se pueden mover de sitio a gusto del visitante, para sacar sus fotos o cambiarlos de ubicación. El artista juega con la alusión al infierno, por un lado hablando de la des-sacralización simbólica de un espacio, por otro apunta al infierno turístico y hace también un guiño irónico al cambio climático.
Por último, ofrece una relectura de la tradicional idea de patrimonio, a través de un palimpsesto de corrientes artísticas y tiempos históricos que propone al visitante una experiencia diferente a la habitual ante un monumento tan icónico como es el templete.
Esta obra se enmarca en un proyecto amplio que bajo el mismo título, Un infierno cómodo, incluye una exposición individual en la sala de exposiciones de la Real Academia de España en Roma, junto con intervenciones específicas en diferentes espacios de la ciudad de Roma.