- Vídeo instalación
- Estructura metálica, proyector, reproductor DVD, audio, una máquina expendedora de agua y otra de frutos secos, y suelo con papel de periódico
- 300 x 700 x 400 cm
Es en videoinstalaciones como Hámster donde Ampudia se introduce de lleno en el “tracto digestivo”, con la creación de esa trampa -la sala- que hace tambalearse la estructura intelectual del observador/observado. Hámster es la representación espacial de una jaula en la que el visitante inexorable e inconscientemente acaba encerrado, alimentado, cuidado y observado por alguien (un niño gigante) cuyos ojos le observan a través de un agujero desde un exterior desconocido: el mundo que perteneciera, hasta entonces, al espectador. Convertido en humano-ratón, el ya desaparecido espectador pierde su (a)postura, siendo mirado, vigilado y “jugado” por el propio Ampudia. La pregunta sobre la obra no atañe, pues, tanto al significado como a la activación sinérgica del propio pensamiento de un espectador que ve sus ideas de la obra desarticuladas, convertidas en un juego, en un engaño que incluso una vez fuera del museo le hará dudar del propio contexto de la realidad en que se encuentra.
Texto de Piedad Solans. LÁPIZ Revista Internacional de Arte nº 230-231, Febrero / Marzo 2006.