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  • Site-specific para el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca
  • 10.000 botellines de cerveza vacíos y audio

“[A]ccionar, o la capacidad de los hombres para comenzar algo nuevo, ‘desde la nada’, no es reducible a una reacción estratégica calculada ante una situación dada, tiene lugar en la brecha no-temporal entre el pasado y el futuro, en el hiato entre el fin del viejo orden y el comienzo del nuevo que en la historia es precisamente el momento de la revolución.”
Slavoj Žižek.

En la concepción del nuevo individualismo Lipovetsky pone el acento en una de las características más importantes del tiempo hipermodeno: lo paradójico. El clásico concepto de cultura, que diferenciaba entre la popular y la ilustrada, se ha desvanecido entre las redes y las nuevas tecnologías, y los campos de conocimiento empiezan a entremezclarse. La cultura es inseparable de la industria comercial y abarca todos los rincones del planeta, independientemente del nivel económico. Esto y el hiper-consumo han provocado grandes desequilibrios internos en la relación del individuo consigo mismo.
Sufrimos un proceso constante de “estetización de la cotidianidad”. Vivimos en la era del “capitalismo artístico”, que produce para el consumo de masas; fabrica un tipo de experiencia estética, que no requiere cultura previa, creando emoción, espectáculo y entretenimiento. Como consecuencias el “mundo del arte” ha penetrado de lleno en el mundo empresarial y se ha popularizado, animando a consumir por puro placer, e incitando a dejarse llevar, a vivir la experiencia estética en el presente.

Este site specific consiste en crear un único camino que tiene que ser obligatoriamente recorrido por el espectador antes de entrar al espacio expositivo, que cruza una acumulación de 10.000 botellines de cerveza vacíos.

El espacio que dejan los botellines forma una palabra, un laberinto que en definitiva transforma la palabra todo en un camino transitable, encharcado, y peligroso.