- Vídeo instalación
- Proyección de suelo a techo y 2 piezas mecánicas de suelo
- Dimensiones variables
Y tras un huracán, un área devastada. La investigación artística de Eugenio en ocasiones adquiere, como aquí, un tinte un tanto más pesimista con el mensaje combativo que le caracteriza. Lo desolador del título se torna aún más incisivo al percibir en el techo un vinilo sanguinolento del que parecen gotear las palabras proyectadas. Y de nuevo conecta con la serie de Dónde dormir, pero ahora los ya familiares sacos rojos se arrastran por el suelo como gusanos. En esta ocasión los sacos habitan el espacio con inquietud. La obra alude al término “regiones devastadas” utilizado por el ejército fascista para nombrar las zonas más destruidas en el levantamiento, en la mayoría de los casos por ellos mismos, y para las cuales el régimen franquista creó posteriormente la conocida DGRD, o Dirección General de Regiones Devastadas, con la misión de reconstruir infraestructuras, monumentos artísticos y viviendas en ese afán de configurar una “nueva España”.
Así, los sacos nos remiten también a los de los soldados, a esos sacos de espíritu combativo que habitan el espacio con inquietud. Aquí ya no se duerme, y las envolturas recuerdan más bien a un par de larvas que hablan de la salud de la situación de nuestro entorno, insistiendo en la idea de una incómoda metáfora plástica…
Blanca de la Torre